Expláyate con besos y caricias por todo su torso mientras vas bajando muy lentamente y cuando estés a punto de llegar al lugar clave ¡Tortúralo! Pon la sonrisa más lasciva que tengas y vuelve a empezar. Repite la operación unas cuantas veces hasta que notes que empieza a volverse loco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario